Ya tenemos a la vuelta de la esquina las deseadas Navidades. Una época del año, que si bien para los adultos puede ser apetecible o no, para los niños es el momento más mágico del año. Todas las ciudades se visten de colores, luces y aparece un cierto olor a chocolate caliente, a castañas… en definitiva, a invierno y a Navidad.
Y eso, es lo que hemos hecho estas semanas en el estudio, convertirlo en un espacio navideño, donde los niños que entren se sienten ya casi de vacaciones, pensando en qué van a pedir a Papa Noel y a los Reyes. Hacía mucho que no sacaba a mis dos amores del alma, María y Laura, dos pequeñas que me hacen sentir grande como persona siempre que las observo. Pasaron la prueba y en efecto, comenzaron a sentir ese ambiente navideño que tanto les gusta… pero como en esta ocasión no puedo ser muy objetiva, os muestro unas cuantas fotografías para que veáis vosotros mismos.
Ánimo que ya se acercan estas fechas familiares, no perdáis la ocasión de felicitar a vuestros seres queridos con fotos de vuestros niños.